Tiras de prueba para aceite de cocina (para aceite caliente)
La seguridad del aceite comestible tiene un impacto directo en la salud pública. Como nutriente esencial para el cuerpo humano, el aceite comestible proporciona energía, ácidos grasos esenciales (como el ácido linoleico y el ácido alfa-linolénico) y promueve la absorción de vitaminas liposolubles. Sin embargo, el consumo excesivo o la utilización de productos oleosos de baja calidad pueden conllevar riesgos como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Actualmente, el consumo diario promedio per cápita de aceite comestible en China alcanza los 43,2 gramos, superando con creces el valor recomendado de 25-30 gramos. Además, un transporte y almacenamiento inadecuados pueden provocar fácilmente la contaminación y el deterioro del aceite.
El consumo científico de aceite debe adherirse a los siguientes principios:
1. Cantidad de control: no más de 30 gramos por día;
2. Diversificar: alternar entre distintos tipos de aceites para evitar el desequilibrio nutricional;
3. Evite dañarlos: elija productos de fuentes confiables y evite reutilizar aceites fritos.
¡Comencemos por “comer menos aceite y elegir mejor aceite” para salvaguardar la seguridad alimentaria!








